Los consumidores siguen pagando de media cuatro veces más que lo que perciben agricultores y ganaderos por sus productos.
El Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD) correspondiente al mes de noviembre de 2025 se sitúa en 4,00, lo que significa que el precio de los alimentos se multiplica por cuatro desde que salen del campo hasta que llegan al consumidor final.
Por sectores, el IPOD agrícola alcanza un valor de 4,27, mientras que el IPOD ganadero se sitúa en 2,99, reflejando una mayor distorsión de precios en los productos agrícolas frente a los de origen ganadero.
Entre los productos con mayores diferencias destaca la patata, cuyo precio se multiplica por más de cinco veces del origen al destino, pasando de 0,29 €/kg a 1,91 €/kg. Situaciones similares se observan en productos como la cebolla, la naranja, la lechuga y la uva de mesa, todos ellos con incrementos superiores al 500%.
En el sector ganadero, aunque las diferencias son más moderadas, siguen siendo relevantes en carnes como el cordero, el cerdo o la ternera, cuyos precios se duplican o triplican desde el origen. Productos como los huevos y la leche de vaca presentan una evolución más contenida, con incrementos inferiores a la media general.
Estos datos ponen de manifiesto, una vez más, el desequilibrio existente en la cadena alimentaria, donde agricultores y ganaderos continúan percibiendo precios que en muchos casos no cubren los costes de producción, mientras que el consumidor final afronta precios elevados.
Desde las organizaciones agrarias se insiste en la necesidad de medidas urgentes que garanticen precios justos en origen, mayor transparencia en la formación de precios y un reparto equitativo del valor a lo largo de la cadena alimentaria.




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